Conciliaciones: 3166254814 Insolvencia: 3182445935 ccconvivenciaypaz@gmail.com

Lectura de las elecciones regionales de Colombia

Por Álvaro Sepúlveda Franco, noviembre 1 de 2023

 Foto Julio Cesar Herrera, El Colombiano

El pasado domingo 29 de octubre se cumplió en Colombia el ritual democráticode las elecciones, esta vez para elegir candidatos a las 32 gobernaciones, a las 1.102 alcaldías, a las asambleas departamentales, a los concejos municipales ya las juntas administradoras locales (JAL) para el periodo 2024-2027. Luego de la jornada, que se desarrolló según lo previsto y sin alteraciones significativas del orden público, contra algunos pronósticos de sectores delaoposición al gobierno en ese sentido, vemos cómo a la vez se confirmaron algunas de las previsiones que se habían hecho desde los movimientos alternativos, y que se presentaron sorpresas. Entre las previsiones cumplidas, están las siguientes: presuntos delitos electorales que han ocurrido en el país por décadas, como compra y venta de votos, sufragios obtenidos por chantaje y/o presión laboral, superación ilegal de los topes presupuestales de las campañas, presiones de gamonales regionales (“varones electorales”), financiaciones por parte de grupos asociados a la criminalidad organizada, alianzas de partidos derechistas y corruptos, presencia de candidatos administrativa y/o judicialmente cuestionados;
también era previsible el triunfo de candidatos del establecimiento en las alcaldías de Medellín (Federico Gutiérrez), Cali (Alejandro Éder) y Barranquilla (Álex Char), dado lo poderoso de las maquinarias que los apoyaban y financiaban. Y entre las sorpresas, figuran al menos dos: primero, los resultados en Bogotá: el tercer lugar para Gustavo Bolívar y la alta votación del alcalde electo de esa ciudad, Carlos Fernando Galán; y, segundo, la elección por parte de la coaliciónde gobierno, el Pacto Histórico, de varios gobernadores, 70 alcaldes (tenía 9), 38 diputados (había 2) y 728 concejales (contaba con 156) por parte del Pacto Histórico. Considerando lo que se pierde y lo que se gana, no puede decirse que hayasidouna derrota para los sectores populares y progresistas. El Pacto Histórico, apesar de ser una organización política tan reciente y que no contaba con mayor representación ni gubernamental ni legislativa en las regiones, ha conseguido un respaldo considerable a lo largo del territorio nacional. Es un resultado muy positivo, por ejemplo, que el 70% de los ediles caleños sean del PH, así como el 68% de los bogotanos, que para el concejo de Cali haya habido una votación sin precedentes (83.000 votos), y que se hayan logrado curules en buena partedelas asambleas, concejos y juntas administradoras locales de muchos departamentos y municipios, entre ellos Cali y el Valle. No hay motivos, pues, ni para el derrotismo ni para el pesimismo.

Por lo demás, es importante resaltar que estas elecciones no fueronunplebiscito al gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez. De hecho, portradición las votaciones regionales no han sido refrendación de nada; muydistinto, lo que ha ocurrido es una curiosa tendencia a que, al menos enlasgrandes capitales y los principales departamentos, sean elegidos alcaldesygobernadores ideológicamente contrarios al presidente de turno. Enestaocasión, se continúa con esa tradición: no fue una jornada plebiscitaria, comosostienen no pocos militantes y analistas políticos, sino una medida de fuerzasy de capacidad de convocatoria en las que se enfrentaban los sectoresalternativos afines a los lineamientos del gobierno, todavía dispersos, desorganizados, contra bloques regionales y maquinarias con larga tradicióndedominio territorial y de poder económico. No era fácil esa medida de fuerzas, yel reflejo de la desigual contienda están a la vista. Queda esperar que la ciudadanía madure políticamente más, que los ampliossectores populares se organicen y apoyen de modo más decidido las agendaspropuestas en su favor, y que trasciendan la indiferencia social, el
abtencionismo, así como la propensión a permitir que sus opiniones, ideariosycosmovisiones sean influidas tendenciosamente por los intereses ylasnarrativas del mercado, las grandes corporaciones nacionales e internacionalesy los medios hegemónicos de comunicación. Hace falta, pues, una contundentelabor pedagógica y una acertada alfabetización política. Y de modo especial es preciso que el Pacto Histórico advierta, reconozcayrectifique los errores y descuidos durante la campaña, algunos de los cualesenumerábamos en el artículo “En riesgo las candidaturas del Pacto Históricoalas elecciones locales y regionales”, publicado el 4 de agosto de este año enel
blog de Convivencia y Paz:

(…) la amenaza no viene de fuera; proviene del interior mismo delasorganizaciones, que más valdría llamar desorganizaciones sociales y/opolíticas, al no estar al parecer capacitadas para deponer los egoísmos, los intereses propios (individuales y partidistas), en funcióndeunconsenso eficaz que permita competir con posibilidades de éxito contralos sectores tradicionales, derechistas, conservadores, oligárquicos, hegemónicos, como quiera que se les llame”.

Sectarismo, individualismo, caudillismo, centralismo…Todo esto unido alafalta de estrategias mediáticas para visibilizar los programas y logros del
gobierno explica por qué siguen llegando al poder líderes y movimientosrefractarios al cambio, inmersos en los mismos dogmas dictatoriales, conservadores, derechistas, gamonalistas y neoliberales que han malgobernadoel país por décadas, por siglos. Es por eso por lo que, desde organizaciones de la sociedad civil como EscuelaCiudadana, formulamos las siguientes cuatro propuestas no sólo para que enel
futuro se alcancen mejores resultados electorales, sino, sobre todo, paracontribuir a edificar una sociedad más consciente, participativa, equitativa, próspera y democrática:


1. Recomponer el Pacto Histórico: Tal como lo han planteado Gustavo Bolívaryotros dirigentes nacionales, es preciso recomponer los fragmentos erosionadosde la coalición que hace un año y medio, en las elecciones de mayo de 2022, llevó al poder al actual Gobierno popular del Cambio, la justicia socioambiental
y la Paz Total. Lo cual será posible si se reconocen y rectificanlasequivocaciones y descuidos con el fin de fortalecer el movimiento y de ese modogarantizar un respaldo fuerte a las directrices del gobierno central.

2. Renovar los mecanismos democráticos: Urge trabajar en el sentidodefortalecer la organización institucional interna, consolidar la democratizaciónde los mecanismos del funcionamiento partidista, así como diseñar estrategiaseficaces de publicitación mediática de los principios ético-ideológicos, delosprogramas de gobierno y de los avances conquistados; no se puede seguirdescuidando un factor tan decisivo como el comunicacional.

3. Afianzar la formación política de la ciudadanía: Es mucho lo quehaypendiente en materia de pedagogía y cualificación política y democráticadelapoblación. En esa línea, proponemos la creación de una Escuela de FormaciónPolítica Permanente, un esfuerzo dirigido a afianzar la cultura cívicayciudadana, a empoderar a los individuos y a las comunidades para queseasuman como agentes activos y creativos en función del bien común.

4. Impulsar nuevos liderazgos: Se requieren nuevos y más cualificadosliderazgos. Hay una notable carencia entre las izquierdas de líderes concalidades personales, conocimiento y habilidades administrativas. Esos nuevosliderazgos deberán surgir de entre los jóvenes, las mujeres, las comunidadesracializadas, las primeras líneas, los sindicatos, los estudiantes, y de otrasfuerzas activas de la sociedad.